Los Realejos y Güímar muestran su preocupación ante el uso incorrecto del estiércol en terrenos agrícolas

Domínguez y Castro manifiestan su apuesta por la agricultura y su desarrollo pero recuerdan la necesidad de garantizar la convivencia vecinal.

El alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez, y su homóloga en el Ayuntamiento de Güímar, Carmen Luisa Castro, muestran su preocupación “ante el uso incorrecto del estiércol en terrenos agrícolas en las últimas fechas, lo que produce fuertes olores al medio ambiente y molestias a vecinos de zonas colindantes, especialmente cuando se trata de los restos de gallinaza”.

Especifica Manuel Domínguez que “no estamos en contra de la agricultura y del uso de este tipo de fertilizantes naturales, pero sí hemos de garantizar la convivencia ciudadana advirtiendo a quienes lo utilizan que existen una serie de condiciones en las que tratar la tierra con ellos y generar las menores molestias posibles al resto de vecinos”.

Entre otras consideraciones, que ya se recogían en un bando municipal previo del Ayuntamiento de Los Realejos “este tipo de estiércol a verter en el terreno debe estar previa y debidamente tratado, no debe ser apilado y los propietarios que lo hayan vertido deben proceder a humedecer los terrenos”.

Carmen Luisa Castro resalta que “tenemos una apuesta firme e intensa en la puesta en valor del sector primario y el desarrollo de diversas acciones para su reactivación, pero entendemos que éste debe convivir también con ciertas normas de conducta con las áreas residenciales aledañas y cumpliendo unos requisitos de salubridad y de cuidado medioambiental”.

Avance normativo

Preocupados por esta situación, y ante una falta de regulación más explícita al respecto desde administraciones superiores, los dos alcaldes han impulsado ya la redacción de una nueva Ordenanza Reguladora del Transporte, Utilización y Vertido de Fertilizantes de Origen Animal desde sus ayuntamientos, teniendo en cuenta algunas normas superiores existentes, pero insisten, no tan definitorias, como lo dispuesto en el artículo 153 del Decreto Legislativo Territorial 1/2000 de 8 de mayo por el que se aprueba el Texto Refundido de las Leyes de Ordenación del Territorio de Canarias y de Espacios Naturales de Canarias, que obliga a los propietarios de terrenos a mantenerlos en condiciones de salubridad.

Ambos han pedido ayudas a otras administraciones y por lo pronto no han recibido respuesta, por lo que para dar a luz estas nuevas ordenanzas municipales, los consistorios lo han puesto en conocimiento de diferentes asociaciones agrarias para que el texto final resulte del consenso con los distintos colectivos del sector como Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (ASAGA), Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG), Asociación de La Papa Bonita, Plataforma Agrícola Libre de Canarias (PALCA), Unión de Pequeños Agricultores (UPA), entre otras.

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